Ella abre el microondas. Saca el chocolate caliente barato de sobre que calentó porque aún no asume que tiene que aprender a preparar las cosas. Cierra la ventana porque empieza a llover. Hace frío. Busca la linterna porque seguro ya se irá la luz. No la encuentra en medio de su desorden.. ¨qué interesa¨, piensa. Suena el teléfono el cual decide no atender porque sabe que no es Él quien llama. Regresa a su preciado refugio con residuos de disposición de adentrarse nuevamente en el mar de guías regadas en el piso y en la cama. Toma un sorbo de chocolate el cual sigue caliente pero aún así no la calienta por dentro. Dirije su mirada por enésima vez en el día al celular como siempre inmóvil, como siempre oscuro y silencioso postrado ahí en su mesa de noche. Le da sueño, un sueño inmenso que se apodera de ella y la lleva directo a la cama. Deja la tasa a un lado, ve las guías, voltea la mirada, con todo su descaro se acuesta, se arropa, y es ahí cuando cierra los ojos y se duerme soñando otra vez que hoy Él sí se atrevió a volver a llamarla.
2 comentarios:
moooooroo..vamos por partes:
1.- que fino que tienes un blog y que estas escribiendo!
2.- que fino está este cuentillo.
3.- me lo imaginé ambientado en tu cuarto 100%
4.- i love you!
Hellooooo, es Ronaldddd, este es mi favorito hasta ahora, me encanta, besooo!
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