26 may 2010

El humo de tu boca


Con el humo que sale de tu boca tu alma celebra a gritos su apartente libertad. Con esa sustancia agradable que entra a tu cuerpo incorporas a él ese sentido de pertenencia que nunca fue tu fiel compañero.

Tomando en tus manos por primera vez un elemento en común, de esos que tanto buscaste y no encontrabas, sonríes. Poco a poco vas haciéndote dueño legítimo de ese aparato de poder, de ese instrumento de autoridad. Las inseguridades van muriendo una a una,los miedos ya no aparecen imprevistos en el camino. Con este extraño a la vez que efectivo poder en tus manos te envistes de inmunidad plena, las ideas salen con mucho más sentido y confianza, nadie te detiene.

Después de tanto tiempo y esfuerzo accedes blindado a la dureza de lo desconocido, de aquello en que no confiamos por completo. Es una tarjeta de entrada directa, inmune a todo peligro. Su valor no tiene precio.

Un pequeño y descuidado ser dentro de tu cuerpo pide a gritos que lo recuerdes. Ese amigo de la infancia fue abandonado, a plena consciencia, porque no te ayudó a obtener lo que tú consideraste como primordial en el momento. Con el tiempo fuiste olvidándolo a él y todo lo que con tanto esmero procuró darte: tus logros, tu inteligencia, tu primer amor.

Inhalas y exhalas, ya eres dueño del mundo de lo desconocido. Una parte de ti murió, otra parte de ti se instaló para siempre....

No hay comentarios:

.