2 jun 2009

Mi Pequeña Reflexión de Media Noche

Detesto llegar a mi casa en la noche después de una fiesta-evento-reunión-loquesea y que no pueda lograr quitarme el collar que cargo puesto. Recuerdo una noche haberme rendido completamente derrotada y dormido con un collar ajustadísimo que no sé cómo no me ahorcó mientras dormía.

Tampoco me gusta llegar a abrir la nevera y darme cuenta que no hay absolutamente nada de comer. ¿Por qué llegara uno con tanta hambre de madrugada?¿Por qué en mi despensa sólo hay galletas María y en la nevera nunca hay nada listo para comer sino un montón de cosas para cocinar? No me gusta cocinar, lo hago lo menos posible y lo más elemental. Por supuesto a las 3 de la mañana no me sale la inspiración de chef por mucha que sea el hambre.

En el interín de la lucha contra el collar y la fallida expedición a la cocina se me quita el sueño que tenía.. hacia unos minutos no veía la hora de estar durmiendo felizmente en mi cama y no escribiendo como la propia tarada sobre un collar y una despensa… en fin.. son cosas que pasan, a mí particularmente…

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