8 mar 2009

La caja negra venezolana


El otro día aprendí el mejor concepto de Estado que me han podido enseñar. Lo definieron como una ¨caja negra¨ que procesa demandas y genera respuestas. Se le denomina caja negra porque es oscura. El procesamiento de la demanda no es transparente en el sentido que no podemos saber siempre con exactitud cómo el Estado a través de la Administración Pública las procesa y genera respuestas.
Ahora bien, ¿quiénes generamos las demandas? Pues evidentemente todas las personas que formamos parte del sistema político. Poderes Públicos, Fuerzas Armadas, Consejos Comunales, Movimiento Estudiantil y un largo etcétera. Todas estas partes que interactúan en el sistema político pueden juntarse en 3 grandes grupos:
- Estado (que tiene el poder)
- Sociedad (que es un grupo de influencia sobre el poder)
- Actores Políticos (que buscan el poder)
Cuando cualquiera de estos grupos va a tocarle la puerta a la caja negra del Estado para solicitar una demanda pasa a llamarse ¨grupo de presión¨. En un país medianamente funcional estos grupos de presión insertarían la demanda por un lado de la caja negra y recibirían una respuesta por el otro.
Una sociedad que recibe respuestas a sus demandas ciertamente no le quita el sueño la oscuridad de la caja ¿no es cierto?, no le interesa la forma en la que se procesan las mismas, simplemente se procesan. ¿ pero y nosotros qué? ¿ Qué es lo que hay dentro de esa caja?
¿Cómo es entonces la caja negra venezolana? Es una caja con una enorme capacidad de recepción de demandas. La caja es capaz de recibir y recibir. Eso sí, con la particularidad de que no emite ningún tipo de respuesta del otro lado de la misma.
El Estado no nos hace un favor cuando procesa nuestras demandas. No podemos olvidarnos que cada vez que le tocamos la puerta con una demanda ingresamos una enorme cantidad de nuestro dinero a través de impuestos. Le damos la herramienta para que ellos la procesen (ya que nosotros no podemos hacerlo por nuestros propios medios pues no tenemos el poder en nuestras manos)
El dinero debería entrar por un lado como demanda, y salir materializado en una respuesta. No debe ser chupado por la ¨caja aspiradora venezolana¨ que succiona nuestro dinero y se traduce en quintas en la Lagunita para los chavistas, cuentas multimillonarias en el exterior de afectos al gobierno y aviones presidenciales nuevos.
Queremos una caja. No una aspiradora. ¿Cuándo será el día en que la tengamos?

No hay comentarios:

.