13 mar 2009

Una vez más un breve encuentro


Escondida del mundo y silenciosa me asomo una vez más para ver si ya llegaste a mi encuentro. La espera de cada miércoles se hace cada vez más eterna. No sé de ti el resto de la semana; no puedo hacerlo pues sencillamente tú no puedes existir para mí. Veo el reloj y me percato del temblor de mis manos. Te deseo cada segundo, me desespero.


El sonido de tus pasos acelera mi corazón y mis ganas de ti. Por fin te veo, así de perfecto, así de prohibido. Por fin tú me ves a mí.


Los pocos metros que delimitan nuestro refugio se convierten en nuestro nuevo y único mundo. Los escasos veinte minutos de libertad pasan en un abrir y cerrar de ojos . Son nuestros veinte minutos de verdad, de recobrar la fe en el mundo y las fuerzas para continuar esa absurda realidad a la que llamamos vida.


Un último beso nos separa de nuevo. Hasta que se repita.. en unos largos y agonizantes siete días.

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